La lactancia materna es un camino lleno de conexión y amor, pero también puede tener momentos de incertidumbre y desafío. Uno de los más desconcertantes para muchas mamás son las crisis de lactancia. Si sientes que tu bebé está más inquieto al pecho, que pide tomar con más frecuencia o que de repente parece rechazarlo, es posible que estés atravesando una de estas crisis.
No estás sola en esto, y lo más importante es recordar que es una etapa temporal y totalmente normal. En este artículo, te contaré en qué consisten y cuando suelen ocurrir
¿Qué son las crisis de lactancia?
Las crisis o brotes de crecimiento son períodos en los que el bebé cambia su patrón de alimentación de manera repentina. Puede parecer que no se sacia, que llora más o que rechaza el pecho, y esto puede generar ansiedad o malestar en la mamá. Sin embargo, estas fases suelen estar relacionadas con el crecimiento y el desarrollo neurológico del bebé, así como con la adaptación de la producción de leche materna.
Cada bebé es único, pero hay ciertos momentos en los que estas crisis suelen presentarse con mayor frecuencia.
¿Cuándo ocurren las crisis de lactancia?
Las crisis más comunes suceden en los siguientes periodos:
1. Crisis de los 15-20 días
El bebé parece insaciable, pide el pecho constantemente y las tomas pueden volverse más largas. Esto se debe a que necesita aumentar la producción de leche y está ajustando la cantidad a su crecimiento.
¿Cómo sobrellevarla?
Dale el pecho a demanda, sin mirar el reloj.
Confía en tu cuerpo: tu producción de leche se ajustará en poco tiempo.
Intenta mantenerte relajada e hidratada.
2. Crisis de las 6 semanas
El bebé puede estar más irritable y parece que rechaza el pecho, pero en realidad está empezando a tomar de manera más eficiente. También puede distraerse fácilmente durante la lactancia.
¿Cómo sobrellevarla?
Busca un ambiente tranquilo y con poca distracción para las tomas.
Ten paciencia si el bebé se inquieta o se suelta del pecho.
Recuerda que es una fase pasajera y que tu bebé sigue recibiendo el alimento que necesita y tu lo estás haciendo bien.
3. Crisis de los 3 meses
Es una de las crisis más difíciles. El bebé se suelta del pecho, parece poco interesado en mamar y puede dar la impresión de que la producción de leche ha disminuido. Esto ocurre porque succión se ha vuelto más eficiente y en menos tiempo obtiene la leche que necesita.
¿Cómo sobrellevarla?
No te preocupes si notas que las tomas son más cortas.
Evita ofrecer biberones o suplementos sin la opinión de tu asesora de lactancia o profesional.
4. Crisis de los 6 meses
Con la introducción de la alimentación complementaria, algunos bebés pueden mostrar menos interés por el pecho o, por el contrario, pueden aferrarse más a él. También pueden distraerse mucho más durante las tomas.
¿Cómo sobrellevarla?
Sigue ofreciendo el pecho a demanda, respetando el ritmo del bebé.
No fuerces la alimentación complementaria; recuerda que hasta el año la leche materna sigue siendo su principal fuente de alimento.
Mantén el contacto y la conexión con tu bebé, ya que muchas veces el pecho sigue siendo su refugio emocional.
Consejos generales para superar las crisis de lactancia
Confía en tu cuerpo y en tu bebé. Tu producción de leche se adapta a sus necesidades.
Pide apoyo. Hablar con otras mamás o con una asesora de lactancia puede darte tranquilidad.
Evita la suplementación innecesaria. Si tu bebé moja suficientes pañales y sigue activo, está recibiendo la leche que necesita.
Dale mucho amor y contacto. La lactancia no es solo alimento, también es seguridad y cariño.
Esto también pasará
Las crisis de lactancia pueden ser momentos desafiantes, pero también son una prueba de que tu bebé está creciendo y desarrollándose de manera saludable. Tú eres su mejor refugio, su lugar seguro, y juntos superareis cada etapa.
Si sientes que necesitas más apoyo, no dudes en buscar ayuda de un profesional de la lactancia. No estás sola en este camino, y cada desafío superado te hará sentir más fuerte y segura.
¿Has pasado por alguna crisis de lactancia? Cuéntanos tu experiencia en los comentarios y comparte este artículo con otras mamás que puedan necesitarlo. ¡Juntas, todo es más fácil!