Volver al trabajo tras el nacimiento de un hijo es una etapa cargada de emociones. Muchas madres sienten ilusión, culpa, tristeza, dudas… y cuando se suma el deseo de seguir lactando, pueden aparecer aún más preguntas. La buena noticia es que es posible continuar con la lactancia al reincorporarte al mundo laboral. Solo hace falta información, apoyo y un poco de planificación.
¿Es posible trabajar y seguir amamantando?
Sí, absolutamente. Cada vez más madres consiguen mantener su lactancia incluso tras volver al trabajo. La clave está en conocer tus derechos, organizarte con tiempo y confiar en ti.
Consejos prácticos para preparar la vuelta
1. Comienza a extraer y almacenar leche unas semanas antes
Así podrás ir formando un pequeño banco de leche y te familiarizas con el sacaleches. No es necesario acumular mucho, solo lo justo para los primeros días.
2. Elige un buen extractor de leche
Busca uno cómodo, eficaz y silencioso. Si puedes, ten dos kits de extracción para facilitar la limpieza.
3. Informa a tu entorno laboral
Habla con tu empresa sobre tus necesidades. En muchos países existen permisos de lactancia, espacios de extracción o tiempos adaptados.
4. Crea una rutina de extracción
Intentar mantener 2 o 3 extracciones durante la jornada laboral (dependiendo de la edad del bebé) ayuda a mantener la producción.
5. Confía en tu bebé y en quien lo cuide
Puede tomar la leche con vasito, cuchara o biberón según su edad y preferencia. Lo importante es que se sienta acompañado y tú tranquila.
Y al volver a casa… conexión y pecho a demanda
La lactancia al volver del trabajo también se convierte en un reencuentro. Muchos bebés amamantan más durante la noche o en los ratos que están con mamá. Es normal y forma parte de la adaptación emocional.
Tu lactancia, tus reglas
No hay una única forma de hacerlo bien. Algunas madres extraen y ofrecen su leche, otras combinan con fórmula, algunas dan el pecho solo por las noches. Todas las opciones son válidas si están elegidas desde la información y el amor.
Lo más importante: cuídate tú también
Volver al trabajo no es solo un ajuste físico, también emocional. Rodéate de apoyo, habla con otras madres, descansa cuando puedas y date permiso para sentir. Estás haciendo un gran trabajo.
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