Ciclo del Sueño en Bebés y lactancia materna

Ciclo del Sueño en Bebés y lactancia materna

El sueño de los bebés es muy diferente al de los adultos y cambia a medida que crecen. Durante los primeros meses de vida, los bebés pasan por ciclos de sueño más cortos y tienen despertares frecuentes. La lactancia materna juega un papel clave en la regulación del sueño infantil, ya que la leche materna contiene componentes bioactivos que favorecen el descanso y ayudan al bebé a establecer su ritmo circadiano.

Fases del Sueño en Bebés Amamantados

El sueño del bebé tiene dos fases principales:

1. Sueño Activo (REM): Es una fase en la que el bebé se mueve más, puede hacer gestos con la cara y respirar de manera irregular. En esta etapa, el cerebro está muy activo, lo que favorece el desarrollo neurológico.

2. Sueño Tranquilo (No REM): En esta fase, el bebé respira de manera más regular y su cuerpo está relajado. Es un sueño más profundo y reparador.
A diferencia de los adultos, los recién nacidos pasan más tiempo en la fase de sueño activo, lo que facilita los despertares frecuentes, necesarios para alimentarse y estimular su desarrollo.

Cómo la Lactancia Materna Influye en el Ritmo Circadiano del Bebé

Los bebés nacen con un ritmo circadiano inmaduro, lo que significa que aún no diferencian claramente el día de la noche. La leche materna ayuda a regular este proceso gracias a su composición cambiante según la hora del día:

Durante el día, la leche materna tiene niveles más altos de cortisol, una hormona que favorece la vigilia y la actividad.

Durante la noche, la leche materna contiene más melatonina, triptófano y nucleótidos específicos que inducen el sueño y favorecen un descanso más profundo.
Esta adaptación natural permite que los bebés amamantados desarrollen su reloj biológico de forma progresiva y se sincronicen mejor con los ciclos de luz y oscuridad.

¿Por Qué los Bebés Amamantados Se Despiertan Más?

Es común que los bebés amamantados se despierten más veces durante la noche en comparación con aquellos que toman fórmula. Esto se debe a varias razones:

La leche materna se digiere más rápido, por lo que el bebé necesita alimentarse con mayor frecuencia.

Los despertares nocturnos son una forma de protección biológica, ya que reducen el riesgo de apnea del sueño y favorecen el contacto con la madre.

El acto de amamantar libera oxitocina y prolactina, hormonas que promueven la calma y el apego, facilitando el sueño del bebé.

Aunque los despertares pueden ser agotadores para los padres, es importante recordar que son una parte normal del desarrollo infantil y, con el tiempo, se van reduciendo de manera natural.
Como llevas esta fase?nos encantaría conocer tu opinión y experiencia, si te ha gustado este artículo compártelo con otras familias

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